Los trastornos neurológicos y mentales constituyen uno de los mayores retos actuales de salud pública. Afectan a 179 millones de europeos, suponen un coste anual de 800 000 millones de euros y se estima que una de cada dos personas padecerá alguno de estos trastornos a lo largo de su vida.
En este contexto, el Consejo Español del Cerebro (CEC) y la Organización Médica Colegial (OMC) han presentado el Plan Español del Cerebro. Se trata de una herramienta que busca priorizar la salud cerebral a lo largo de la vida y posicionar la investigación en neurociencia en el centro de las políticas sanitarias y científicas, tanto nacionales como europeas, y aspira a mejorar el acceso a tratamientos eficaces y a elevar la calidad de vida de las personas afectadas por trastornos cerebrales.
Son enfermedades altamente discapacitantes y, en muchos casos, sin cura, con un profundo impacto en los pacientes y en sus familias.
El Dr. Tomás Cobo Castro, presidente de la Organización Médica Colegial, ha sido el encargado de dar la bienvenida y ha enfatizado que se trata de «una acción de gobierno potente que pone esta salud en el eje«.
Durante la jornada ha introducido a la Dra. Eva Ortega Paíno, secretaria general de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, quien ha resaltado que «es un tema que afecta a todos. Un acto necesario y simbólico como es la presentación del Plan Nacional del cerebro. Este es un punto de partida para abordar uno de los mayores retos que tenemos en nuestro tiempo, al vivir en una época complicada y es que el 25 % de la población tendrá un trastorno así en nuestra vida. Así, hablar del cerebro es hablar de salud mental: dignidad, derechos, calidad de vida y la inversión desde la ciencia«. El cerebro es el órgano más esencial, convirtiéndose no solo en un reto clínico sino también demográfico o ético, con lo que hay que abordarlo desde una perspectiva holística.
Y ha proseguido, «un 34 % de la población española padece un problema de salud mental. 23 millones de personas conviven con un trastorno cerebral, superando la media global un 18 %. Así, hay que promover la prevención«. La investigación en salud mental no puede esperar, ha recalcado. «Nunca antes habíamos tenido tantas herramientas. Invertir en el cerebro es hacerlo en el futuro».
El Dr. Pedro Gullón Tosio, director de Salud Púbica y Equidad en Salud, ha destacado que la salud del cerebro en todas sus dimensiones es clave, con un enfoque de causas múltiples y desde todas las políticas. «Estamos en un momento muy diferente, consiguiendo consciencia, además de nuevas formas de tratamiento y diagnóstico«, ha opinado.
La Profesora Mara Dierssen Sotos, presidenta del Consejo Español del Cerebro, ha destacado que la incidencia es muy elevada con unas características concretas. Además, en las últimas décadas, se ha incrementado un 50 % estas enfermedades, ya que estamos envejeciendo. «Hay que cambiar el modelo social, en el que hablamos de competitividad, pero hay que abordar el factor humano«. Tal es el punto que «la salud cerebral afecta al resto del organismo. La actitud influye en la capacidad metastásica del cáncer, por ejemplo. Hay que dimensionar el coste al impacto real, pensar en el coste para las familias». En definitiva, «hay que prevenir y promover la salud cerebral. Hasta un 30 % se podría prevenir con una buena prevención. También hay que garantizar la equidad». Como ha incidido, la salud cerebral es un concepto que aun la gente no conoce del todo, hay que diseñar el panorama europeo de la salud cerebral.
Como ha indicado, tenemos un sistema que no responde a la magnitud del problema: El diagnóstico temprano y continuidad asistencial son insuficientes, lo que retrasa los tratamientos y aumenta el sufrimiento de pacientes y familias. Hay grandes desigualdades territoriales: el acceso a servicios varia significativamente según la comunidad autónoma. Los recursos asistenciales y prevención no son suficientes. Así, ha destacado, el plan español del cerebro es una mirada al futuro. Un enfoque estratégico, integrador y basado en la evidencia para afrontar los retos actuales y futuros en salud cerebral. Es necesario un mejor conocimiento del funcionamiento del cerebro sano y enfermo para mejor, ha opinado. Y ha concluido, «la salud cerebral no es solo una cuestión médica, sino de futuro. El cerebro es lo que nos hace humanos. La salud cerebral es un derecho«.
A continuación, la Dra. Mara Parellada Redondo, presidenta de la Comisión Nacional Psiquiatría Infancia y Adolescencia, ha resaltado la carga de los trastornos cerebrales en España y es que el 43 % de la población (de 21 a 24 millones) padece un trastorno neurológico, un 2 % mayor que el resto de Europa. Se trata así de la primera causa de discapacidad y segunda de muerte con un creciente riesgo de suicidio, ha alertado, con un coste económico estimado del 8 % del PIB.
Por otro lado, ha informado de la hoja de ruta con 5 ejes estratégicos: Primero, centrarse en la demografía, investigación e impacto económico. Y es que España carece de registros unificados y datos fiables sobre la incidencia, impacto económico y estado de la investigación en enfermedades cerebrales. Como segundo eje: atención clínica, diagnóstico y tratamiento. Y es que como informa, la atención a personas con enfermedades neurológicas debe ser precoz, adecuada, equitativa y sostenida en el tiempo. Como tercer punto, la investigación en neurociencia como prioridad y es que opina que pese a la excelencia científica la neurociencia española está infradotada de recursos, fragmentada geográficamente y con mucha burocracia. Como 4º punto promover la salud cerebral desde la prevención. Y, para acabar, la participación del paciente y el público (PPI).
El Dr. Álvaro Hidalgo Vega, presidente de la Fundación Weber, ha concluido con el impacto económico de las enfermedades cerebrales. Y es que, como ha incidido, «a carga de las enfermedades relacionadas con el cerebro va en aumento en todo el mundo. Actualmente, sus afecciones son la principal causa de maña salud y discapacidad y es que desde 1990 se ha registrado un incremento del 18 % del volumen total de discapacidades, enfermedades y muertes prematuras«. Así, ha resumido «un 40 % de población afectada y 10 % mortalidad«. En este sentido, «es esencial identificar los recursos invertidos en la prevención y tratamiento de estas enfermedades. Y es que su impacto económico se puede analizar desde distintas ópticas». Así, «el capital cerebral es un activo económico que prioriza, integra y optimiza la salud cerebral y las habilidades cerebrales para alcanzar objetivos socioeconómicos«.